domingo, 28 de octubre de 2012

Manifiesto por la Desobediencia Civil

Sé que últimamente esto parece de copia y pega, y en parte es así, es necesario difundir las ideas colectivas y que han surgido de la cooperación para que el mensaje llegue alto y claro.

En este caso me gustaría dejar el Manifiesto de la Plataforma por la Desobediencia Civil:

"Desde el comienzo de esta última crisis en los países “occidentales” asistimos a un aumento de la represión que va paralelo al auge de los movimientos de protesta.
En los últimos años se ha ido articulando poco a poco una contestación social que se ha visto enormemente potenciada a partir de la aparición del 15 M. Las personas, conscientes de que sus gobiernos no tienen como prioridad el bienestar de todas, sino que han situado a los mercados como epicentro de la sociedad, han optado por la única vía que permite seguir manteniendo la condición humana: la de organizarse, resistir y construir. Y lo han hecho por la vía de la desobediencia civil y la resistencia pacífica y creativa. Esta estrategia permite articular una defensa social ante la violencia que los gobiernos supuestamente democráticos están ejerciendo contra los pueblos.
El miedo del sistema ante el crecimiento de la contestación social ha llevado a plantear la modificación del Código Penal, de modo que la resistencia pacífica o la protesta se conviertan en delito y se limite el derecho de huelga. Se anuncian medidas que desvelan el carácter autoritario de gobiernos que siguen los dictámenes de instituciones profundamente antidemocráticas e inhumanas. Parece que para dar libertad al dinero hay que encarcelar a la gente.
Además de un aumento de la represión violenta, en los últimos meses estamos sufriendo una  aplicación de multas generalizadas, en muchos casos simplemente por ocupar cívica y pacíficamente el espacio público.  Agentes de la policía, que en numerosas ocasiones no llevan visible su obligatoria identificación, piden la documentación a quienes participan en manifestaciones o asambleas y posteriormente se reciben multas o sanciones administrativas de diversas cuantías. Se trata de que temamos la confrontación y de hacer crecer el miedo dentro de nosotras, de crear una idea del “otro” violento que impida crear poder colectivo. La sanción administrativa es una práctica represiva que individualiza y silencia, y que está especialmente orientada a cercenar el ejercicio de derechos fundamentales especialmente protegidos por la Constitución.
Solo en Madrid y en el entorno del 15M, fuentes de la Comisión Legal de Sol señalan que, desde el 15 de mayo de 2011 hasta el día de hoy, un total de 412 personas han sido sancionadas, a razón de 300€ de media, lo que supone una recaudación de 123.000€. A esto hay que sumarle el anuncio por parte de Delegación de Gobierno de 278 sanciones más por las movilizaciones del aniversario del movimiento 15M. De ser cierto este anuncio, el montante de sanciones entre mayo de 2011 y mayo de 2012, ascendería a 206.400€.
La justicia no es patrimonio de unos pocos. En muchos lugares del mundo, precisamente a resultas de la propia injusticia vivida y reafirmada por los gobiernos, las personas, alzando la voz democrática, se adueñan de la política para poder dotarse de justicia social. Es legítimo resistir ante la pérdida de derechos impuesta por los mercados. La justicia debería penalizar la violencia contra las personas y garantizar condiciones de vida dignas; por ello, construir alternativas y enfrentarse pacíficamente a un sistema que le ha declarado la guerra a las personas y a la naturaleza es absolutamente legítimo y necesario. Abordar colectivamente la represión es fundamental para seguir alimentando un movimiento que solo pide sociedades y economías cuyo objetivo principal sea el bienestar de las personas y la justicia.
Es necesario denunciar públicamente las dinámicas represivas que se están generando y abordar con imaginación y solidaridad las consecuencias que tienen.
Por ello, hacemos un llamamiento a sumarse a esta plataforma, cuyo fin es la denuncia pública de la criminalización y el impulso de la desobediencia civil, entendiendo esta como el incumplimiento de leyes, normas e imposiciones que se consideran injustas en sí mismas. La desobediencia civil revela el conflicto existente entre la legalidad impuesta y su legitimidad y justicia. Si somos el 99%, es obvio que tenemos un amplio patrimonio de inteligencia, creatividad, recursos y fuerza para no dejarnos amedrentar. La convicción de tener razón nos ayuda."

Es importante su difusión y su ratificación. En el caso de que quieras difundirlo o sumarte a la causa, esta es la dirección de la Plataforma por la Desobediencia Civil:

http://plataformaporladesobedienciacivil.wordpress.com/

viernes, 26 de octubre de 2012

Cómo destruir la enseñanza pública

Hoy me quedo con otra idea de Lakoff, del mismo libro "No pienses en un elefante":

<A diferencia de la derecha, la izquierda no piensa estratégicamente, piensa cada cuestión por separado y, en general, no trata de averiguar qué cambio mínimo puede promulgar para producir sobre una o muchas cuestiones.

Un ejemplo de ello es el caso de la Ley de Evaluación de la Escuela que se lleva a cabo en Estados Unidos. El marco de evaluación se aplica no solo a los estudiantes, sino también a los propios colegios. Con esta condición los colegios pueden "suspender" al ser evaluados, y se los puede castigar por suspender cortándoles las subvenciones.
Al tener menor financiación es difícil que los colegios públicos mejoren, lo que lleva a un ciclo de fracaso, y en última instancia, a su desaparición. Lo que sustituye al sistema escolar público es un sistema de asignaciones económicas en apoyo a los colegios privados, así los ricos tendrán buenos colegios, en parte pagados con el dinero que tendría que estar destinado a los públicos y los pobres no tendrían dinero para ir a los buenos colegios.

Así se termina creando dos carriles en el sistema escolar: uno bueno para los "ricos que lo merecen" y otro malo para los "pobres que no lo merecen">

¿Os suena?

Dos apuntes: por desgracia esto no es nuevo, y no es casualidad, lo tienen muy bien pensado.

Se aceptan comentarios, opiniones...

jueves, 25 de octubre de 2012

El mito de la racionalidad

Hoy me quedo con una cita de George Lakoff de su libro "No pienses en un elefante":

"Un mito que procede de la ilustración dice así: Es irracional actuar en contra del propio interés y, por tanto, una persona normal, que es racional, razona sobre la base de su propio interés. La teoría económica moderna y la política exterior se establecen sobre la base de este supuesto".

Ha habido muchos economistas que han cuestionado esta premisa, puesto que se ha demostrado que la gente realmente no piensa así. Se supone que cada uno vota a aquellos partidos que defienden sus intereses, entonces ¿cómo es posible que los pobres voten al PP si se trata de un partido que defiende los intereses de ese 1% de la población al que no pertenecen?.

En algunos estudios se ha demostrado que muchos pobres que votan a partidos conservadores lo hacen porque piensan que quien tiene más dinero merece conservarlo porque son disciplinados. Además se ha visto gran parte de la población sueña o piensa que algún día llegará a estar entre ese 1%, por lo que les interesa mantener a aquellos que defienden su meta, su sueño.

La gente vota por su identidad, no por sus intereses, en algunos casos ambos coinciden, pero no necesariamente.

martes, 16 de octubre de 2012

Solo hablan, y no saben

Hoy, 16 de octubre de 2012, diez años después de que se hundiese el Prestige dejando todo lo que dejó a su paso, es el día en el que comienza el juicio.

En el banquillo dos acusados principales, el capitán del Prestige, Apostolos Mangouras, y el ex director general de la Marina Mercante, López-Sors. La sombra de otros muchos pulula por detrás, y no son pocos, ni serán juzgados por ello.

Las malas decisiones se deberían de pagar, y más aún cuando son malas decisiones acompañadas de comentarios mentirosos e hirientes, como los que los dirigentes y responsables políticos de aquella época se atrevieron a ofrecer al mundo. El Ministro de Medio Ambiente (cuando este ministerio tenía entidad propia), el Ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, que hoy día ostenta un compendio de los dos ministerios anteriores, el Ministro de Fomento, que llegó a presidente de Asturias y el Viceprecidente y Portavoz del Gobierno de Aznar por aquellas épocas, que hoy es Presidente del Gobierno de España y aún hoy nos cuesta creer cómo consiguió el puesto de portavoz, dadas las referencias. Todos ellos tomaron decisiones, más o menos vinculantes, y todos ellos aportaron juicios y datos poco contrastados y en muchos casos falsos para intentar tapar lo que se le venía encima a la costa gallega.

En un país con democracia, esa que nos venden a diestro y siniestro, la veracidad no debería ser un regalo sino una norma; las formas, aunque parezcan de regusto, una cuestión de transparencia, y la consulta a los expertos una forma mejor de haberse salvado el culo, no solo los responsables mismos, sino la propia costa, que en definitiva, fue la que aún hoy soporta las consecuencias del vertido.

En un país con democracia, que menos que las personas que ocupan cargos de importancia en las decisiones más trascendentes para el devenir del país, tengan nociones a cerca de lo que administran, ¿es eso mucho pedir?. Ser político debería de ser un complemento, otra forma de aportar los conocimientos que uno tiene para beneficio de la sociedad, y no una oportunidad para lucrarse y manejar de forma parcial el cotarro.

Como dice José Luis Sampedro en uno de sus muchos textos, "la ciencia es el único componente del capitalismo y de la civilización occidental que no ha perdido el impulso que sí ha perdido todo lo demás. La ciencia sigue avanzando a una velocidad tremenda, sin saber muy bien adónde va, pero avanzando y creando novedades extraordinarias". El día en el que el Prestige se convirtió en una amenaza para todos los ecosistemas de la costa de gallega y asturiana, ese día ya existían expertos en la materia de vertidos a los que se podría haber consultado, pero para haberlo hecho se precisaban cargos responsables que les consultasen.

Hoy las mareas se han multiplicado, y son de colores, verde, roja, negra, blanca...porque seguimos asiéndonos al carro de los gobiernos en los que los ministros, más que personas que saben de lo que hablan, solo hablan, y no saben.