Comentario a Iñaki

Puedo decirle que he mamado desde pequeña el significado directo e intangible de lo que es conseguir una democracia tras años de mucho miedo, en los que desgraciadamente habían de acatarse las órdenes, siempre a riesgo de perder algo más que la dignidad. 
Claramente no he vivido esos años, pero en mi casa se han encargado bastante bien en recordarme que la mayoría de los derechos se han conseguido a base de esfuerzo, sudor, y lágrimas como quien diría. Derechos que a lo largo de esta atropellada campaña electoral he visto amenazados por un partido político que no tan solo no me ha demostrado seguir un programa que tuve que leerme y que me sonó a lo de siempre, sino que me han hecho replantearme si merece la pena seguir poniendo mis esperanzas en mi propia tierra. 
No es de mi círculo más cercano, jóvenes todos nosotros, la tónica de haber votado a la derecha, pues la mayoría hemos, como le he dicho ya, mamado el significado del cambio a la democracia, sino de un grupo muy envejecido que se empeña en recordarnos su ideal de que las derechas arreglan las cosas. Total, ellos no van a tener que recuperar los derechos perdidos...