jueves, 9 de febrero de 2012

Reflexiones: A nadie le gusta encontrar migas de pan en su cama

Esta nueva entrada de Desde Mi Ventana forma parte de una particular lucha contra la mala gestión que Metro de Madrid lleva a cabo en ciertas ocasiones, pero también incide en un mal comportamiento del colectivo de ciudadanos, probablemente derivado de la falta de información y conciencia ambiental.

De unos meses a esta parte vengo observando que los encargados de la limpieza de las estaciones de Metro emplean la misma bolsa para retirar todos los residuos de los "puntos limpios" que hay instalados a tal efecto y que invitan a separar el papel, los envases y el resto de residuos. Incluso he llegado a hacer bromas con mis amigos porque no sirve de nada que existan tales puntos limpios, y que parece tan solo una manera de que Metro de Madrid se apunte otro tanto de forma sospechosa.

Pero tras haberlo visto repetidas veces, la última esta tarde, decidí acercarme a la empleada que estaba haciendo lo propio en su estación. Le pregunté si lo de tirar todo en la misma bolsa era algo que le obligaba a hacer su empresa o lo hacía porque no sabía que tenía que separarlo, ella muy amablemente me respondió que en realidad Metro de Madrid sí que les obliga a los trabajadores de las subcontratas de limpieza a eliminar en distintas bolsas los residuos de los puntos limpios, pero que cuando iban a recogerlo siempre había de todo en todos los contenedores y que por eso no separaban, a lo cual le pregunté que si a ellos les pagaban por separarlo después, que si era uno de sus cometidos, obviamente me respondió que no, y que cuando las papeleras estaban medio vacías o solo tenían los residuos que les correspondían, sí que lo separaban.

Sinceramente yo todavía no he visto a ninguno de los trabajadores separarlo, por lo que deduzco que la señora es consciente de que eso está mal hecho, pero es difícil eludir la situación en que se encuentra cuando no le pagan por separar esos residuos.

Más que una reflexión habría que hacerse una pregunta derivada de esta situación, y es muy directa, ¿de quién es la culpa de esta práctica?, ¿de la empresa que no remunera a los trabajadores por hacer lo correcto y separar, de los trabajadores a los que podríamos pensar no les cuesta tanto hacerlo sin tener en cuenta sus derechos, o es de la gente, primera responsable de que los residuos acaben en un mal lugar y de que se genere toda esta cadena de malas practicas?.

Yo me decanto más porque la lucha ante este tipo de prácticas es una lucha vana en el sentido en que partimos de un comportamiento erróneo que no hay que corregir metiéndonos con la gente que no recicla en el metro, ni unos ni otros, sino en la base del problema, que es la falta de conciencia.
Mucha gente cree que si no reciclamos las cosas vamos a generar más puestos de trabajo porque habrá otros que separen esas cosas por nosotros, nada más lejos de la realidad como podemos comprobar, que a los trabajadores del Metro no les pagan más por reciclar nuestra mierda.

Lo que ocurre realmente es no somos conscientes del paradero de nuestros residuos desde que los echamos al contenedor de basura, después de todo, a nadie le gusta encontrarse migas en su cama cuando se acuesta, ni dormir sobre su cubo de basura, pero realmente cuando no separamos ayudamos a que el agua que bebemos sea de menor calidad porque le llegan compuestos perjudiciales o que nuestros bosques y campos tengan aceites de coche y bolsas de ganchitos y así montones de ejemplos de cosas que podríamos evitar si no cerrásemos tanto los ojos a lo que pasa a nuestro alrededor.

Ahí queda mi experiencia para la reflexión.


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